jueves, 27 de marzo de 2008

Marzo, mes del cáncer colorectal en Europa.

Sólo en España se diagnostican 22.000 casos al año


El cáncer colorectal continúa siendo la segunda causa de muerte por cáncer en todo el mundo tanto en hombres como en mujeres y es además el segundo tumor más diagnosticado tras el de pulmón y el de mama. Sólo en Europa fallecieron el año pasado alrededor de 200.000 personas a causa de esta enfermedad y el índice de supervivencia para el total de los casos se sitúa en torno al 50%. Se trata además de una enfermedad cuya incidencia aumenta con la edad ya que el 90% de los casos se producen en personas mayores de 50 años.

A pesar de estos datos es una de las formas de cáncer con más posibilidades de prevención, para lo cual, como siempre, es imprescindible el diagnóstico precoz. Así ha quedado de manifiesto tras la presentación de la segunda edición de un manual divulgativo sobre esta patología elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica, la asociación de pacientes europacolon y la Universidad de los Pacientes, con el patrocinio de Roche Farma.

En España cada año se diagnostican 22.000 nuevos casos de esta variedad oncológica, dato que podría reducirse o incrementar el índice de supervivencia si la población tuviera más conocimiento acerca de la detección de la enfermedad y los médicos de primaria estuvieran mejor protocolizados respecto a su detección y diagnosis. Según la doctora Pilar García Alfonso del servicio de Oncología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, existe una falta de interconexión constante entre los médicos de primaria y los oncólogos, cosa que no ocurre con otras especialidades médicas. Desde la SEOM se ha llegado incluso a plantear la posibilidad de crear la figura del oncólogo enlace con el primer eslabón de la asistencia sanitaria pública, a fin de informar y concienciar a estos profesionales sobre la importancia de valorar adecuadamente los primeros síntomas y realizar primeras pruebas como la colonoscopia y un screeening consistente en detectar sangre oculta en las heces. La presencia de pólipos en la zona se considera un síntoma muy evidente de que a posteriori se producirá un cáncer de esta índole.
Para la prevención es importante incorporar una dieta baja en carnes rojas y alta en frutas, verduras y fibra. Como señales de alarma tanto para el paciente como para el médico de primaria, deben valorarse adecuadamente el sangrado anal (que no siempre se debe a hemorroides), el cambio de hábito intestinal, los fuertes dolores abdominales y otros factores generales como el cansancio o el adelgazamiento.

Por otro lado, en estos momentos se cuenta con nuevas dianas terapéuticas –anticuerpos monoclonales- que están demostrando su eficacia en el tratamiento de estos pacientes, aunque no en todas las comunidades autónomas se introducen en el procedimiento farmacológico con igual celeridad.

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