martes, 29 de abril de 2008

El profesional sanitario frente a la violencia doméstica

La violencia doméstica amenaza en España a 1.800.000 mujeres, según se ha puesto de manifiesto en el X Congreso de Sexología celebrado recientemente en León y que ha congregado a diferentes especialistas en la materia. Una de las mesas redondas del congreso se dedicó ex profeso a analizar este tema, frente al cual es fundamental la preparación del profesional sanitario.Según se ha puesto de manifiesto, el deterioro cognitivo es una de las consecuencias que padecen las mujeres que se enfrentan a esta situación durante un periodo de tiempo prolongado. El médico de primaria y el médico de urgencias del hospital, son fundamentales para detectar a tiempo es estas situaciones. A pesar de los programas que se han puesto en marcha para la rehabilitación de maltratadores, éstos aún no arrojan datos positivos que hagan esperar un cambio frente a la situación.

Por ello, organizaciones científicas como la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, SEMfyc y el Ministerio de Sanidad –así como los distintos estamentos de cada comunidad autónoma- han puesto en marcha un protocolo para la rápida detección de síntomas que pueden indicar la presencia de violencia de género en el ámbito familiar.

A este respecto, la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, SEMFyc creó un grupo de trabajo hace ya doce o catorce años con tres objetivos: primero detectar situaciones de maltrato a mujeres; segundo a niños y un tercero dirigido a los ancianos. Tras la puesta en marcha de estos programas, el Ministerio de Sanidad y Consumo contactó con la SEMfyc a la hora de elaborar su propio documento y un protocolo para los profesionales sanitarios de primaria y de atención hospitalaria; fundamentalmente las urgencias.

En el protocolo que se utiliza para detectar casos de violencia doméstica y que deben utilizar los médicos de primaria, figuran como indicadores de sospecha como el retraso en la demanda de atención por lesiones o incongruencia en la justificación de las mismas. Lesión típica como la rotura de tímpano, o lesiones en genitales. Además, deben tenerse en cuenta actitudes como sentimientos de culpa o vergüenza.

Por su parte, uno de los ponentes en la mesa redonda sobre maltrato del Congreso celebrado en León, el doctor Carlos San Martín, médico sexólogo y psicoterapeuta, ha incidido durante estas jornadas en que los hábitos sexuales pueden ser un indicativo de que se produce o va a producirse una situación de violencia de género. En estos casos estos profesionales utilizan la terapia hacia la víctima como factor fundamental de ayuda y apoyo y, por otro lado, ejercen de terapeutas con los maltratadores “porque es la mejor manera de conocerlos y tenerlos controlados”, afirma. En este sentido, durante el congreso se han presentado los resultados del programa FÉNIX de Castilla y León y el SENDA de Cantabria. En el caso del Fénix, destinado a la rehabilitación de maltratadores, se considera que las experiencias están siendo positivas, “aunque es difícil evaluar un programa que apenas lleva dos años de existencia”, y ello teniendo en cuenta que existe la percepción de que el maltratador no se rehabilita ya que parte de un convencimiento, no de una disfunción. “Pero permite mejorar la protección a la víctima –insiste San Martín- y evaluar el riesgo y mejorar la seguridad de la persona que ha sufrido el maltrato.” Este especialista pone especial énfasis en acentuar la capacidad de los profesionales sanitarios a la hora de detectar estos casos, denunciarlos y enviarlos rápidamente al especialista.

Por otra parte el Consejo General de Colegios Médicos va a analizar en su Comisión de Deontología los aspectos éticos y deontológicos de la actuación del médico en casos de violencia contra la mujer en los que la Comisión viene trabajando desde hace tiempo.

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