jueves, 15 de mayo de 2008

Alteraciones cerebrales influyen en la psicosis o la esquizofrencia

Patologías como la psicosis o la esquizofrenia esconden alteraciones en zonas cerebrales cuyo conocimiento sería revelador para abordar estas enfermedades. Pues bien, según los expertos que han participado en el V Curso de Fundamentos Moleculares de Medicina celebrado en la Real Academia Nacional de Medicina y financiado por la Fundación Lilly, el estudio de la actividad neuronal durante la toma de decisiones, permite conocer con antelación la decisión que se va a tomar. Se trata de un estudio realizado con primates que para el profesor Enrique Blázquez, director del curso reafirma que la "estructura molecular del cerebro es la base fundamental e imprescindible para que se puedan realizar todas las funciones cerebrales". Esta estructura es la que hace posible la recepción, integración o envío de señales y en consecuencia las actividades motoras, sensoriales, conductuales o emocionales.

Todos los factores que influyen en la toma de decisiones, como son los recuerdos, la situación actual, las expectativas, los valores o la relación coste beneficio, están representados en la actividad neuronal, por eso la actividad cerebral precede al momento en que se toma la decisión. Para el profesor Carlos Acuña, del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de Santiago “tomar decisiones es un hecho probabilística: vemos cuál es la probabilidad de que lo que vayamos a decidir tenga los menores costes posibles y los mayores beneficios, y ante un escenario de múltiples posibilidades, el ser humano va descartando hasta quedarse sólo con dos” Por eso los estudios sobre esta materia se realizan sobre decisiones binarias, porque el mecanismo se produce de la misma forma cuando hay mas de dos opciones.

Durante el curso, el profesor Juan Bernal, del Instituto de Investigaciones Biomédicas del CSIC, ha destacado que “aunque básicamente se conoce todo el cerebro, desde el punto de vista molecular aun queda mucho por estudiar: se calcula que hay entre 1.000 y 10.000 tipos neuronales distintos en el sistema nervioso, la mayoría de ellos por definir”.

Este especialista, cuyo laboratorio está estudiando cómo las hormonas tiroideas afectan a la estructura molecular del Sistema nervioso central, indica que el objetivo es llegar a conocer este sistema desde la biología de sistemas basándose en la expresión de los genes.

"Conocemos la secuencia del genoma y la expresión de muchos genes, es decir, qué genes se expresan en determinadas estructuras, pero otra cosa es conocer cómo están interrelacionados funcionalmente. Para ello se necesita también saber cuál es su función”.

En este sentido, el avance del conocimiento científico es para el profesor Blázquez "exponencial", lo que se traduce en "el impulso de nuevas formas de de diagnóstico y la adquisición de nuevos procedimientos terapéuticos". "Igualmente, se ha producido un desarrollo extraordinario de los aspectos celulares y moleculares de las enfermedades que han obligado a la expansión de la Bioinformática y la Bioética", concluyó.

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